Imagínate que tienes todo lo que te proporciona felicidad. Ahora, bórralo.
Imagínate en el centro de la pista de luces. Imagínate con tu brillante traje, con tu camisa. Con tu obligatoriamente incomodo calzado, con tu pelo completamente definido y tétrico. Imagínate bajo los efectos del alcohol y de alguna que otra droga. Completamente en éxtasis levantando tus cejas o lo que quede de ellas con tus educadas maneras bailando de un modo perfectamente rudo controlas la situación en todo momento. Toda actitud positiva es una virtud, un placer que nadie de tu alrededor en este momento exacto merece. La gente te pide que les dispares, ponen su boca en el punto de mira y la empuñadura parece estar hecha exactamente para ti pero, sólo son extranjeros… Ellos nunca pudieron ser como tú ni podrán. No vivirás como ellos ni morirás como ellos. El revólver está trucado.